Existen factores que predisponen la aparición de artrosis, uno de ellos
es la obesidad, debido a la sobrecarga continuada que genera en las articulaciones
del animal. Para mantener a raya el peso del animal es importante la
alimentación pero también el ejercicio. Este último además de ayudar a controlar el peso, a evitar la
obesidad, aumenta y tonifica la musculatura y mantiene móviles y sanas las
articulaciones del perro.
En todo caso el ejercicio debe ser acorde a la edad y estado
fisiológico del animal. Recuerde que siempre es más aconsejable que su perro
realice un ejercicio regular y suave a diario, que someterle de forma puntual
(fines de semana) a esfuerzos mayores (carreras, largas caminatas). Las necesidades de ejercicio varían en cada caso y desde
Policlinica Veterinaria Covivet le podemos ayudar a instaurar el programa de
ejercicio más adecuado a la raza, tamaño y edad de su perro.
Aun así, adelantamos dos pautas importantes a tener en cuenta:
• La duración, la frecuencia y, sobre todo, la intensidad del ejercicio más conveniente va a depender del grado de artrosis, de la localización y de la propia idiosincrasia de su perro. Así, el ejercicio a realizar dependerá del grado de masa muscular del perro, de la intensidad del dolor que padece y del rango de movimiento de sus articulaciones.
• Es muy importante también el tipo de ejercicio, de manera que nadar por ejemplo está indicado sin limitaciones. Si no es posible, siempre será mejor, como decimos, la realización de paseos suaves con cierta regularidad antes que ejercicios más intensos puntualmente.
• En todo caso deben evitarse aquellos ejercicios que impliquen movimientos incontrolados (resbalones, saltos tras un objeto, cambios bruscos de posición o ritmo...) que generan tensión a nivel articular.
Recuerde que usted, como propietario, es quien mejor conoce a su perro y está, por tanto, en disposición de valorar de forma conjunta con nosotros el grado de ejercicio que su mascota tolera sin problemas y a partir de dónde comienza a aparecer dolor, reticencia a seguir, cojera, o dolor "en frío" posterior al ejercicio, pero aquí van algunos consejos prácticos que deben seguirse en todos los programas de ejercicio:
• Debe haber varios periodos breves de ejercicio a lo largo del día. Entre los mismos es importante que el perro descanse.
• Estos periodos de ejercicio deben repartirse tan homogéneamente como sea posible a lo largo del día.
• La pauta de ejercicio debe ser muy similar cada día, incluidos los fines de semana.
• Nunca deje que su perro haga ejercicio hasta quedar agotado.
• Comience y termine cada periodo de ejercicio caminando a un ritmo más lento para que su perro vaya calentando y enfriando gradualmente sus articulaciones.